jueves, 3 de abril de 2014

8 años atrás...

Prosa del que está en la esfera (Buenos Aires, Tsé=Tsé, 2006).

COMENTARIO EN CONTRATAPA

"Cómo puedo remontar anulando mi coartada” pregunta o exclama León Félix Batista en un momento álgido de Vicio: pregunta o exclamación que tiene respuesta en otro texto del mismo libro: “de sus largas escrituras y de su trasmisión comienzo a cavar datos, llamamientos sibilinos.” El descenso tocó fondo (así los poemas de León Félix) más abajo imposible (eso sería la Muerte o tarea de la muerte): por ende, se ha de remontar. Y al hacerlo (asombro) dos revelaciones: ascender implica purificar la propia existencia, anulando coartadas, que aunque útiles para existir, participan de la mentira (el poeta necesita máscaras, no mentiras): y ascender, también, es volver a excavar para proseguir con el misterio de la larga escritura y su trasmisión.

León Félix Batista alcanza una sabiduría poética en ese punto en blanco al cantar, sobrio, casi seco, del “mar desparramado sin una diana estable.” Así, de los ascensos, fondo último, y nuevos descensos (incontables) (interminables) surge el doble reconocimiento de que el agua tiende a desparramarse, y de que la función del poema es estabilizarla (repárese en la estabilidad estructural de los poemas de Batista): doble vertiente que da su fruto, su ringla de poemas, cuando el poeta, ya maduro, se desentiende del blanco y sólo entiende, con naturalidad, del quehacer de sus poemas.

José Kozer

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