martes, 25 de marzo de 2014

Mosaico Fluido, León Félix Batista
Edición bilingüe portugués-castellano.
Traducción de Adriana Zapparoli
Lumme Editor, Sao Paulo, Brasil, marzo de 2014


León Félix Batista es una de las voces más originales de la nueva poesía que se está gestando desde el Caribe hasta el Río de la Plata: voces acuáticas, voces minerales, vegetales, voces de la piel que se eleva a las estrellas. Poemas que son juegos que son cábalas que son códigos que son emblemas que son laberintos donde la voluntad no está buscando a su madre, sino lo que se pierde en el mar de la elipsis. Porque todo es máscaras danzantes, máscaras rituales, máscaras bélicas, máscaras sexuales, máscaras que multiplican el rostro en la infinidad de rostros posibles. Y cada máscara es una canción y cada canción es un torbellino y cada torbellino es el sueño de una geisha adormecida o un samurai enloquecido. ¿Su origen? Ninguno: Mi patria es mi lengua, y mi lengua es una extensión de vocablos que no encuentran punto de partida: son jeroglíficos son pictogramas son ideogramas son runas son sonidos vocálicos esculpidos en la sombra de una serpiente. Porque el poeta es un mago y todo lo que entona (monótonamente) encarna un filme de imágenes mentales –fanopeia, diría Mr. Pound? O alguna cosa, esencialmente otra, caleidoscópica, en cíclica transmutación? En ese sentido –¿dónde está el sentido ? El sentido está en la sensación de que todo se transforma en otra cosa y el poeta es aquel que inventa aquello que nunca existió.

(Claudio Daniel, fragmento del prólogo)